viernes, 1 de abril de 2016

Final de la Guerra

El final de la II Guerra Mundial

El final de la II Guerra Mundial comenzó a atisbarse desde el verano de 1944 cuando las potencias Aliadas tenían una posición más fuerte en la contienda que las agrupadas en el Eje.
Tal situación era evidente por todos los frentes posibles en el enfrentamiento: por tierra destacaba el avance hacia Berlín de las tropas de la Unión Soviética (URSS), así como la trayectoria que desde el este y hacia el frente occidental hacían reino Unido y Estados Unidos. De tal forma, ya las costas habían sido ganadas con el Desembarco de Normandía la Batalla de las Ardenas. Se identifica que Estados Unidos era dueño del Pacífico y Reino Unido del océano Pacífico.
No obstante, y a pesar de su situación las tropas de las potencias que integraban el Eje no se rindieron tan fácil; comenzaron entonces a optar por batallas de desgaste, así como por los feroces encuentros de resistencia.
La culminación de la II Guerra Mundial está registrada en la Historia Universal con la rendición de Alemania el 8 de mayo de 1945. Sin embargo, para llegar a ese momento fue preciso que transcurrieran numerosas acciones entre ellas las batallas de Stalingrado, Alamein y las Ardenas, las cuales sucedieron tras el éxito del Desembarco de Normandía.
Estos enfrentamientos contribuyeron a la reconquista de Europa y significaron junto a la toma de Italia y del mar Mediterráneo que Alemania y sus fuerzas se tuviesen que enfrentar a importantes combates a lo largo de casi toda su frontera.
Ante estos acontecimientos, Hitler ordenó la retirada de las tropas hacia el interior de Alemania, tal vez en un intento de salvaguardar su territorio inicial. Sin embargo, esto daba mayor cobertura a los Aliados para avanzar con estacas dificultades hacia Berlín. Lo hacían de la siguiente manera: La URSS por el Oeste, mientras Estados Unidos Gran Bretaña por el Este.
En el fin de la II Guerra Mundial tuvo un papel fundamental el ejército de la antigua Unión Soviética, el cual fue palpando la rendición aislada de las tropas alemanas e ir tomando una a una las ciudades comprendidas de Yugoslavia a Austria.

Entre las grandes estrategias desarrolladas por el Ejército Rojo se encuentra la ejecutada como parte de la Operación Vístula-Óder. Esto ocurrió a inicios de 1945y posibilitó que el avance de esas tropas hasta Polonia, aproximadamente a 70 km de Berlín.

Hirohito

HIROHITO
De acuerdo con la concepción tradicional, Hirohito era de carácter reservado y tranquilo, mucho más mesurado que los generales del ejército. Según esta concepción, su carácter de divinidad le hacía tener distanciamiento de quienes conducían los destinos militares de su país.
Por otro lado, en los años posteriores a la muerte de Hirohito han salido a la luz numerosos documentos no publicados hasta entonces, incluyendo los diarios de importantes personajes de la Corte imperial de la época (los diarios de Koichi Kido, señor del Sello Privado, correspondientes al período 1 940-45, del general Hajime Sugiyama, Jefe de Estado Mayor durante la guerra, de Nobuaki Makino, gran chambelán del emperador de 1925 1935
gualmente, en diciembre de 1990, el periódico japonés Bungei Shunju publicó póstumamente un monólogo del emperador, conocido como dokuhakuroku, que data de 1946, y en el que Hirohito se autoproclama ajeno a la política bélica japonesa, pero al mismo tiempo justifica la misma en un supuesto racismo de las Potencias Occidentales, que no habían tratado a Japón en pie de igualdad en las Conferencias de Paz tras la Primera Guerra Mundial, y en la "educación antijaponesa" que se impartía en China, para concluir que no fue posible evitar la guerra a causa de estas actitudes. En este monólogo, Hirohito se refiere a su primer ministro de la guerra, general Hideki Tōjō, como un "leal servidor".De acuerdo con el historiador japonés Akira Fujiwara, el emperador, incluso, ratificó personalmente, el 5 de agosto de 1937, la proposición de su ejército para eludir las restricciones del Derecho Internacional sobre el trato a los prisioneros chinos. Más aún, los trabajos de Yoshiaki Yoshimi y Seiya Matsuno muestran que Hirohito autorizó a través de órdenes específicas (rinsanmei) el uso de armas químicas contra los chinos.Por ejemplo, durante la invasión de Wuhan, de agosto a octubrede 1938, el emperador autorizó el uso de gas tóxico en 375 ocasiones distintas, a pesar de la resolución adoptada por la Sociedad de Naciones el 14 de mayo condenando el uso de gas tóxico por el ejército japonés.
Firmó la orden en la que se debería entrar en guerra con los Países BajosReino Unido y los Estados Unidos si sus demandas de vía libre en China e Indochina no eran satisfechas. Meses antes los estadounidenses habían suspendido el envío de petróleo a Japón como medida de presión.




Winston Churchill

Winston Churchill



Nieto del séptimo duque de Marlborough e hijo de una americana descendiente de una acaudalada emprendedora llamada Jennie Jerome y de Randolph Churchill, destacado político conservador, tras ser internado en Ascot por su padre y estudiar luego en Harrow, se alistó en el ejército británico. Combatió en India, en Sudán y en Sudáfrica. Aprovechó sus sucesivos destinos para trabajar como corresponsal para diversos periódicos, lo que le permitió financiar sus viajes. La popularidad que alcanzó le permitió dedicarse a la política.
En 1905 fue nombrado subsecretario de las colonias, en 1908 ministro de comercio, ministro del interior en 1910, y en 1911 fue nombrado Primer Lord del Almirantazgo. Durante la Primera Guerra Mundial fue considerado uno de los responsables del desastre del desembarco de Galípoli. Marchó al frente donde comandó una unidad de combate en primera línea. Tras ser eximido de su culpa por el parlamento, pasó a ser ministro de municiones. Hacia el final del conflicto sería ministro de guerra y ministro del aire.
Durante el período de entreguerras fue nombrado ministro de hacienda por Stanley Baldwin. Sin embargo, en los años treinta caería en desgracia debido a su oposición a la política de apaciguamiento seguida por los gobiernos conservadores y laboristas. El advenimiento de Hitler al poder no hizo más que aumentar sus advertencias.
Al empezar la Segunda Guerra Mundial volvió al gobierno. Fue nombrado de nuevo primer lord del Almirantazgo y, en mayo de 1940, fue elegido primer ministro, en sustitución de Neville Chamberlain, que dimitió tras el desastre de Noruega. El ejemplo de Churchill y su magnífica oratoria le permitieron mantener la cohesión espiritual del pueblo británico en las horas de prueba que significaron los bombardeos sistemáticos de Alemania sobre Londres y otras ciudades del Reino Unido. Finalmente, aunque los aliados ganaron la guerra, Churchill perdió las elecciones de 1945 ante el laborista Atlee.


En 1951 Churchill volvió a ser Primer Ministro, si bien delegó cada vez más tareas en sus ministros. En enero de 1955 dimitió por motivos de salud. Le sucedió en el cargo Anthony Eden. Al morir, en 1965, el pueblo británico le rindió un gran homenaje. Se celebró un funeral de estado, honor que durante el siglo XX solamente recibieron Frederick Roberts y él.

Iosif Stalin

Iósif Stalin

Jósif Stalin o José Stalin (en ruso, Иосиф Сталин; Gori, Georgia, 6 de diciembrejul./ 18 de diciembre de 1878greg. – Moscú, 5 de marzo de 1953), fue el máximo líder de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y del Partido Comunista de la Unión Soviética desde mediados de los años 1920 hasta su muerte en 1953.
Su nombre completo era Iósif Vissariónovich Dzhugashvili ?/i, escrito en ruso como Иосиф Виссарионович Джугашвили y en georgiano comoიოსებ ბესარიონის ძე ჯუღაშვილი, Yoseb Bessarionis dze Jughashvili.

A la etapa histórica de Stalin se la llamó estalinismo.
Dirigió la construcción del socialismo en la URSS, que pasó de ser un país rural a una potencia industrial. El nivel de vida de la población se elevó. En contraparte, dirigió un régimen represivo de la población, caracterizado por la presencia de campos de trabajo, campañas de represión política, y deportaciones. Diversos historiadores estiman que las víctimas del régimen de Stalin oscilan entre 4 y 60 millones de muertos.

Durante el gobierno de Stalin, la Unión Soviética desempeñó un papel fundamental en la derrota de la Alemania Nazi en la Segunda Guerra Mundial (1939–1945) tras la cual llegó a ser considerada una superpotencia.

Participacion de America Latina

AMÉRICA LATINA

ARGENTINA: Un grupo de aviadores argentinos se alistaron como voluntarios en la Royal Air Force británica, dando lugar al 164.º Escuadrón de la RAF de voluntarios argentinos, el cual combatió en el norte de Francia y Bélgica

CUBA: En diciembre de 1941 tras el Ataque a Pearl HarborCuba fue el único país independiente antillano que le declaró la guerra al Eje. En el país fueron arrestados varios agentes alemanes y se convirtió en el principal proveedor de azúcar a los aliados

VENEZUELA: como consecuencia del ataque a Pearl Harbor, Venezuela rompe relaciones con las potencias del Eje en diciembre de 1941. A raíz de ello, el 16 de febrero de 1942, los tanqueros venezolanos Monagas y Tía Juana son torpedeados y hundidos por submarinos del Tercer Reich en aguas del Golfo de Venezuela, tras lo cual, el gobierno del presidente Isaías Medina Angarita, aunque sin declarar la guerra, pasa a cooperar con el esfuerzo aliado de manera más estrecha, autorizando incluso el uso temporal de bases militares venezolanas por el Ejército y la Armada de los Estados Unidos, así como garantizando el suministro de combustible a dichas fuerzas.

MEXICO: En mayo de ese mismo año, Alemania hundió dos navíos petroleros mexicanos (el Potrero del Llano y el Faja de Oro); con este hecho se da inicio a la única participación de México en la Guerra Mundial.

Colombia declaró la guerra en 1943, porque un submarino alemán hundió uno de sus barcos, el goleta Resolute, que unos días antes había transportado soldados ingleses a la isla de San Andrés. A raíz de esto el gobierno colombiano decidió hacer patrullajes para evitar más hundimientos.

Causas Consecuencias

CAUSAS: 

Esta guerra fue la secuela de los descontentos que suscitaron los tratados del final de la Primera Guerra Mundial; tanto en los paises vencidos como el algunos de los vencedores. 
Los estadistas de los paises vencedores intercambiaron pueblos, movieron fronteras, sin considerar las consecuencias de estas imposiciones. 
A este escenario nada favorable para promover la paz le agregamos: 

Alemania, gobernada por el partido nacional socialista, prosperaba al poner en práctica un nuevo sistema económico que no se sometía a los dictados de las potencias occidentales. 
Esto provocó el recelo de los gobiernos del Reino Unido, los EEUU y Francia, en particular de quienes controlaban la economía de esos paises, pues temían que ese ejemplo fuera imitado por otros paises, lo que les restaría gran poder sobre el mundo. 
Por otra parte en la URSS desde un principio sitió la amenaza de Alemania, pues Adolf Hitler había declarado en su libro Mein Kampf (mi lucha), que su objetivo era expandirse hacia el este y ocupar el territorio europeo de la URSS; así que ésta inició los preparativos para defender su territorio. 
Aun entre algunos de los paises vencedores había inconformidad; los japoneses opinaban que merecían más territorios que los ganados despues de la Primera Guerra. Lo mismo puede decirse de los italianos. 
Así lo único requerido era un pretexto para iniciar la guerra. 
El pretexto surgió cuando Polonia y Alemania tenían un conflicto en sus fronteras. La segunda guerra mundial inicia cuando Gran Bretaña y Francia le declaran la guerra a Alemania para defender a Polonia, en 1939. 

CONSECUENCIAS: 
                      
1. El surgimiento de dos superpotencias: 

a) Los EEUU, con su inmenso territorio intacto, pletórico en recursos naturales, así como su abundante infraestructura y con una población en crecimiento, gracias a la inmigración europea; lo que permitía la existencia de una clase media numerosa, instruida en los adelantos tecnológicos de Europa Occidental. 

b) La Union de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), con un vasto territorio rico en recursos naturales, con sus instalaciones industriales ilesas en terrirorio asiático, y el ejército más experimentado del mundo; pero con una gran herida demográfica en su principal república (Rusia) de la que no se ha podido recuperar, al perder 20 millones de habitantes. 

2. El cambio del liderazgo del mundo occidental, que pasó de Europa Occidental a los EEUU de Norteamérica. 

3. La descolonización e independencia de naciones y pueblos en África y Asia. 

4. La pugna entre los EEUU y la URSS para imponer gobiernos que fueran leales a uno u otro, en los nuevos países, los ejemplos más conspícuos son: 

a) La guerra de Corea, donde se enfrentaron tropas del gobierno comunista del norte apoyadas por China, contra el gobierno pro occidental del sur. Terminó con la división de Corea en dos países 

b) La guerra de Vietnam, donde los EEUU también intentaron implantar un gobierno incondiconal en el sur, pero fracasaron. 

c)La división de Alemania en dos países: 
República Federal de Alemania, bajo la tutela de los EEUU y sus aliados 
República Democrática Alemana, como satélita de la URSS 

d) El intento de EEUU por invadir Cuba 
5. La unificación y el posicionamiento de China como futura potencia mundial 
6. La división del mundo en dos bloques de poder: 

a) Los EEUU, sus aliados en Europa Occidental; mas otras naciones asiáticas como Turquía y Japón. 


b) La URSS, sus países satélites de Europa Oriental, China (en un principio) y Cuba

Inicio

Inicio de la guerra


El germen de la segunda guerra mundial estaba en la primera, en el descontento, la privación y el enconado resentimiento de Alemania, insatisfecha con los términos del tratado de Versalles.
A los alemanes les disgustaba en especial una cláusula de culpabilidad que los responsabilizaba de todo. Abominaban el haber perdido territorios: Alsacia y Lorena pertenecían ahora a Francia, la región occidental del Rin era zona desmilitarizada, y la mayoría de los dominios coloniales de ultramar habían sido repartidos entre varias potencias. Las reparaciones en dinero, fijadas en 6.500.000 libras esterlinas, resultaron demasiado elevadas para una nación arrasada por la guerra.
Ruptura del tratado: Hitler moviliza su ejército Adolfo Hitler, jefe de un partido político ultranacionalista que había sido nombrado canciller para convertirse luego en dictador de Alemania (a pesar de ser austríaco), rearmó secretamente el país en la década de 1930 y comenzó a movilizar sus tropas, en violación abierta del tratado de Versalles.
Hitler ocupó la zona desmilitarizada del Rin, anexó Austria y se dirigió a Checoslovaquia. Consideraba que estaba en su derecho de actuar contra los checos, ya que había logrado un acuerdo con los gobiernos de Italia, Francia y, en especial, Inglaterra, que le permitía extender el dominio alemán a Checoslovaquia.
Pensaba que la gente de habla alemana de la región de los Sudetes, que había sido otorgada a Checoslovaquia después de la primera guerra, debía formar parte del Tercer Reich alemán. El dictador italiano, Benito Mussolini, cuyo ascenso posterior a la gran guerra había sido similar al de Hitler, arregló una reunión en Munich, en la cual el primer ministro inglés, Neville Chamberlain, dispuesto a hacer concesiones para evitar un conflicto con Alemania, el primer ministro francés, Edouard Daladier, Mussolini y el propio Hitler, pactaron la entrega de Checoslovaquia sin consultar a los checos.
Además Hitler firmó el pacto germano-soviético con José Stalin, el sucesor de Lenin en Moscú. Ya en posesión de los Sudetes, los nazis se lanzaron luego sobre Polonia, con la idea de repartirse el país con la Unión Soviética.
A las 5:45 h de la mañana del 1 de septiembre, el primero de un contingente de 1.250.000 soldados alemanes invadió Polonia, tras un duro bombardeo aéreo. Aquellas divisiones armadas y mecanizadas se movían con rapidez, respaldadas por aviones de combate, y pronto avanzaron hacia el este de la frontera germano-polaca y el sur de Prusia Oriental. El ejército polaco no estaba preparado para este tipo de guerra y halló dificultades para contraatacar. En unos días, la Luftwaffe tenía el control de los cielos y había inutilizado el sistema ferroviario polaco.
La invasión alemana de Polonia, en 1939, fue demasiado hasta para Chamberlain, pacifista a ultranza. Londres no deseaba una nueva guerra, y, en particular, no quería enfrentarse a la formidable Alemania, pero los ingleses hubieron de rendirse a la evidencia de que era imposible evitarla, así que declararon la guerra ese mismo año.
Durante dos días, Gran Bretaña y Francia intentaron poner fin a aquel ataque sobre Polonia por la vía diplomática, mediante el envío por separado de sendos ultimátums al Gobierno nazi exigiéndole que retirara sus tropas o se preparara para enfrentarse a una guerra con las dos naciones europeas más poderosas.
El primer ministro británico, Neville Chamberlain, había dudado acerca de emitir aquel ultimátum, consciente de las consecuencias de que Alemania no lo acatara. Pero la presión de la Cámara de los Comunes y los miembros de su propio gabinete lo impulsaron finalmente a enviarlo a las 9:00 h de la mañana del domingo 3 de septiembre, comenzaba de esta manera  la segunda guerra global.
La guerra total fue posible, sobre todo, debido a la tecnología moderna, en armamento, comunicaciones y producción industrial. Sin embargo, la victoria estuvo sujeta a muchos otros factores, tanto materiales como espirituales. Alemania, el principal agresor, al principio se vislumbraba como la ganadora con un sector industrial coordinado a la perfección y dedicado por completo a la guerra, con aviones modernos y un grupo de generales cuyo sentido de la estrategia (aprendido por el método más duro, el de la derrota) era mucho más sofisticado que el de sus adversarios. Tras la maquinaria bélica y el pueblo alemán, se encontraba un hombre de ideas fanáticas, de extraordinaria perspicacia política y con un magnetismo personal incomparable.
Adolf Hitler no provocó sin ayuda la Segunda Guerra Mundial pero sus contornos estratégicos y su dimensión moral estaban configurados por sus obsesiones. Era la encarnación del verso de Yeats: «Lo peor está lleno de intensidad pasional».
Fue un hombre marginal, vomitado del caos de viejos imperios arruinados, la reencarnación demoníaca de Napoleón, inconsciente devoto de la oportunidad. Para una nación militarmente humillada y económicamente arruinada, Hitler ofrecía un elitismo barato basado en las nociones de la raza (una exageración de teorías que en realidad sostenían incluso algunos académicos) y una visión de la vida como guerra: una lucha darwiniana entre los «arios» superiores y sus inferiores genéticos (sobre todo judíos y eslavos).
Al invocar una imagen pseudohistórica de los alemanes como guerreros nórdicos, el Führer transformó a sus compatriotas disciplinados y moderados en agentes meticulosos del genocidio. Al principio, su temeridad funcionó, cuando los ataques relámpago confundieron y desmoralizaron a un mundo que deseaba desesperadamente que no se produjera otra Gran Guerra.