El final de la II Guerra Mundial
El
final de la II Guerra Mundial comenzó a atisbarse desde el verano de 1944
cuando las potencias Aliadas tenían una posición más fuerte en la contienda que
las agrupadas en el Eje.
Tal
situación era evidente por todos los frentes posibles en el enfrentamiento: por
tierra destacaba el avance hacia Berlín de las tropas de la Unión Soviética
(URSS), así como la trayectoria que desde el este y hacia el frente occidental
hacían reino Unido y Estados Unidos. De tal forma, ya las costas habían sido
ganadas con el Desembarco de Normandía la Batalla de las Ardenas. Se identifica
que Estados Unidos era dueño del Pacífico y Reino Unido del océano Pacífico.
No
obstante, y a pesar de su situación las tropas de las potencias que integraban
el Eje no se rindieron tan fácil; comenzaron entonces a optar por batallas de
desgaste, así como por los feroces encuentros de resistencia.
La
culminación de la II Guerra Mundial está registrada en la Historia Universal
con la rendición de Alemania el 8 de mayo de 1945. Sin embargo, para llegar a
ese momento fue preciso que transcurrieran numerosas acciones entre ellas las
batallas de Stalingrado, Alamein y las Ardenas, las cuales sucedieron tras el
éxito del Desembarco de Normandía.
Estos
enfrentamientos contribuyeron a la reconquista de Europa y significaron junto a
la toma de Italia y del mar Mediterráneo que Alemania y sus fuerzas se tuviesen
que enfrentar a importantes combates a lo largo de casi toda su frontera.
Ante
estos acontecimientos, Hitler ordenó la retirada de las tropas hacia el
interior de Alemania, tal vez en un intento de salvaguardar su territorio
inicial. Sin embargo, esto daba mayor cobertura a los Aliados para avanzar con
estacas dificultades hacia Berlín. Lo hacían de la siguiente manera: La URSS
por el Oeste, mientras Estados Unidos Gran Bretaña por el Este.
En
el fin de la II Guerra Mundial tuvo un papel fundamental el ejército de la
antigua Unión Soviética, el cual fue palpando la rendición aislada de las
tropas alemanas e ir tomando una a una las ciudades comprendidas de Yugoslavia
a Austria.
Entre
las grandes estrategias desarrolladas por el Ejército Rojo se encuentra la
ejecutada como parte de la Operación Vístula-Óder. Esto ocurrió a inicios de
1945y posibilitó que el avance de esas tropas hasta Polonia, aproximadamente a
70 km de Berlín.
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